—Parece que se volvió a quedar dormida Mitchell.—Dijo la profesora de lengua mientras me ponía un retraso.
-Que te ha pasado?.—Me preguntó Aria, mi mejor amiga.
—Tuve un problema en el aparcamiento.
—Que clase de problema?
—Un idiota chocó con mi coche y estubimos discutiendo durante diez minutos.
—Que?! Jodida suerte la tuya.
—A mi me lo vas a decir.
Alguién llamó a la puerta. La profesora salió y a los pocos minutos entró seguida de un chico, un chico que me resultaba bastante familiar.
—Chicos, el es Zayn, su nuevo compañero al que al parecer... Tambien se le pegaron las sábanas.—Me miró.—Mitchell, quién mejor que usted para mostrarle el instituto a su compañero tardón?
Pude reconocerlo, era el mismo tipo que me arruinó la pintura del coche.
—Sra Campbell....
—Por dios Mitchell, no me vallas a soltar una de tus bolas que no me lo creo. Ferrer, hágase a un lado, a partir de ahora Zayn ocupará tu sitio.
—Está bien.—Dijo Aria resignada.
—Puede sentarse Malik.
Caminó hasta mi sitio con una sonrisa burlona en la boca.
—Hola Ángel.
—No me llames así.—Dije asqueada.
—Prefieres que te llame Mitchell?
—Prefiero que no me hables.
—Como quieras, Ángel. Tenemos que hablar de tu pequeña metida de pata en el aparcamiento.
—Fué tu culpa, no la mía.
—Como te dije, todo podría quedarse en una anécdota, sólo tienes que aceptar negociar conmigo.—Mordió ligeramente su labio inferior.
Rodé los ojos, ya sabía por donde estaba tirando este estúpido.
—Y como te dije, no negocio con ratas.
—Bueno, bueno. Voy a tener que lavarte esa boquita con jabón.
—Aprecias tu mano?
—.Soltó una risilla, se acomodó el pelo y me miró.—Eres divertida.
—Gracias.
La clase pasó lenta. La mayoría de las chicas se la pasaron mirando a Zayn, sonriendole. Era realmente guapo, lo que no quita que sea estúpido. Porfin sonó el timbre.
—Eh, eh, eh, a donde vas?.—Dijo Zayn al ver que me largaba.
—A física.
—Acaso te olvidas de que tienes que mostrarme todo esto?
—Anda y jódete, que te lo enseñe alguna de esas perras.
—Estás celosa?.—Me reí a carcajadas.—Digo, lo que tengo contigo no podría tenerlo con ninguna de esas perras, al fin y al cabo has chocado contra mi coche favorito.
—Y dale!.—Grité.
—No me gusta que me chillen, Ángel.
Cogí mis cosas y me largue furiosa. De paciencia tengo lo mismo que de pelirroja, nada. Este tío había conseguido agotarme en una hora, bravo por el. Porfin llegó la hora del almuerzo.
—Hola.—Dije sentandome en la mesa del comedor.
—Rubia.—Soltó Drew.
—Que tal tu coche? Aria nos contó.—Dijo Lena.
—Mal, el nuevo me estropeó la pintura.
—El moreno?.—Preguntó Ann.
—Si.—Hize una mueca.
—El mismo que viene allí.—Dijo Aria.
—Dios mío.—Suspire.
—Ángel.—Susurró tras de mi.
—No me llamo Ángel.
—Ni se tu nombre...—Hizo un puchero.
—Soy Alex.
—Alex? No te pega.
—Que?
—Tienes cara de niña buena, no de Alex.
—Bueno, ve y ponle una reclamación a mis padres.—Dije irritada.
—No me vas a presentar a tus amigos?.—Sonrió levemente.
—Chicos, este es Zayn, Zayn, ellos son Aria, Ann, Drew, Lena y Niall.
—Que tal?.—Dijo Niall.
—Bien.—Sonrió Zayn.—Ángel...—Lo miré con cara asesina.—Alex, me gustaría proponerte algo.
—Que?.—Dije espantada.
—Bueno... Creo que ambos estaremos de acuerdo en que no hemos empezado con bien pie.
—Pues no.
—Si no fueras tan patosa.—Rió entre dientes.—Bueno, te gustaría comer conmigo?
(...)