sábado, 30 de noviembre de 2013

Capítulo 20 -Penúltimo capítulo-

Iba por un largo pasillo. Delante de mi caminaba Edward y justo a mi lado mi ángel, quién me sonreía tiernamente. Estaba realmente nervioso, sudaba. Después de unos minutos caminando, llegué a una puerta negra.
—Preparado?.—Sonrió Alex.
—No lo sé.—Sujete su mano con fuerza.
—Igual tienes que ir.—.Abrió la puerta y se apartó de mi.
—No vienes?
—No.—Dijo Marck apareciendo de la nada. La tomó de la barbilla y la besó.
—An-Angel...
—No puedo estar con un delincuente como tu.—Abrazó a Marck.
—Pero...
—A dentro!.—Gritó Edward empujandome hacia la oscura habitación, de paredes grises.
—Así pagarás por todo lo que has hecho.—Dijo Alex antes de cerrar ls fuerta fuertemente.

—Alex!.—Grité.
—Estoy aquí mi amor.—Encendió la luz y me abrazó.
—Tu, tu estabas... y yo...—Dije al borde de las lágrimas.
—No ha sido más que una pesadilla.—Me besó.
—Era tan... Tan real que... No sé...—La abracé de nuevo.
—Que has soñado?.—Me miró a través de sus ojos azules.
Suspiré, si le contara seguramente se burlaria, y no es para menos. Ella no tiene nada con Marck.—No me acuerdo ángel. Durmamos.—Me deje caer en la almohada.
—Sabes que puedes contarme lo que sea... Cierto?
—Si, claro.—La estrujé en mi pecho.
—Bien.—Me dió un beso corto en los labios.—De nuevo, buenas noches.
—Buenas noches.

Narra Alex

Me desperté con la alarma de mi movil. Miré a Zayn, que, aún dormía y no me extraña. Ha estado revolviendose en la cama durante casi toda las noche. Me levanté sigilosa de no despertarle. Me di una ducha y fuí a la cocina.
Nada por aqui, nada por allá. Lo unico que había en la nevera era leche y un poco de mantequilla. Busqué en la alacena. Gracias a dios aún había pan.
Preparé ese sencillo desayuno y me dirigí a la cama.
—Zayn, despierta.—Lo moví suavemente.
—Buenos días.—Abrió un ojo y sonrió mirandome.
—Que?
—Eres la cosa más bonita que he visto en mi vida.
—Idiota.—Reí.—Te he traído el desayuno.
—Gracias.—Se incorporó.
—Por cierto, tenemos que ir al supermercado. No hay nada en la nevera.—Dije antes de darle un bocado a mi tostada.
—Me ducho y vamos, de acuerdo?
—Si, está bien.—Sonreí.

Una hora más tarde estabamos en el supermercado.
—Cuánto dinero tenemos?.—Dije.
—Suficiente para que compres lo que quieras.
—Enserio.
—Y es enserio. Que necesitas.
—Pan, pasta, carne, patatas, verduras...
—Pizza.—Dijo Zayn.
—Está bien.—Rodé los ojos.
—Ve comprando tu, ahora vuelvo...—Dijo Zayn.

Narra Zayn

Ví una joyería al otro lado de la calle y se me ocurrió comprarle algo a Alex.
—Buenos días, que desea?
—Podría mostrarme los anillos?
—Claro, nos acaba de entrar una colección de anillos de compromiso.—Dijo el señor de la joyería antes de entrar en el almacén.
Anillos de compromiso eh? Quizás no sea mala idea...
—Aquí tiene joven.
—Wow, son hermosos.
—Y caros, tienen incrustaciones de diamantes.
—Cual de ellos tiene más valor?
—Yo diria que este.—Levantó un anillo de oro con un corazón hecho de diamantes. Era precioso. Podía inmaginarme a Alex con el.
—Me lo llevo.—Sonreí.

(...)

viernes, 29 de noviembre de 2013

Capítulo 19.

Las nueve y diez de la mañana. Iba condunciendo en dirección a mi casa, a encontrarme con Edward. Zayn se negó rotundamente a que fuera pero esta vez no podía complacerlo. Estaba segura de que papa sabía mucho más de lo que decía.
Llegué y aparque el coche frente a la puerta. Justo iba a entrar cuando sentí que mi movil vibraba.

—Alex, vuelve.—Dijo Zayn en tono desesperado.
—No puedo, hubieras venido conmigo.
—Oye, tengo un mal presentimiento.
—Estás exagerand...

El ruido de la puerta abriéndose me interrumpió. No corté la llamada para que Zayn pudiera escuchar todo lo que dijéramos.
—Hija, pasa. Que tal estas?
—Esta no es ninguna visita de cortesía. Dime lo que quiero saber.—Me senté en el sofá y deje el movil encima de la mesa.
—Que quieres saber?
—Por qué mataste a Tricia?
—Yo no la maté... No miento Alex.
—No? Quien fué entonces.
—Nadie.
—Como que nadie?.—Dije confundida.
—Digo nadie porque Tricia está viva.
—QUE!?
—Si.
—Porfavor, explícame esto porque me estas rayando.
—Era Trace el que quería matar a Tricia. Yo era amigo de los padres de Zayn cuando ustedes tan sólo tenían unos 9 años. Tricia sospechaba que Trace quería hacerle daño y acudió a mi.
—Yaser sabe eso?
—No.—Negó.—Yo la metí en un programa de protección, allí se a pasado los últimos años.
—Haciendo que?
—Trazando nuestra venganza contra Trace Malik.
—Yo...—La pantalla de mi movil de encendió. Zayn había cortado la llamada.—Tengo que irme ahora. Gracias.—Dije corriendo hacia el coche.
Llegué a la cabaña. Zayn estaba sentado en el sofa, con las manos en la cabeza, apoyado en sus codos.
—Zayn... Estás bien?
—No.—Dijo con lágrimas en los ojos.
Me aferró entre sus brazos mientras yo le acariciaba la espalda. Estuvimos así durante un rato. Ninguno hablaba, no había demasiado que decir, no ahora al menos. Cuando lo ví más tranquilo, fuí y le hice un chocolate caliente.
—Gracias.—Dijo.
—Nada.—Me senté e hize que se recostara en mi abdomen.
—Es que... Es horrible que de un día para otro todo lo que crees que sabes cambie. Resulte mentira.
—Al menos... Tu madre está viva Zayn y sabemos que hay que agradecérselo a mi padre. No te alegra?
—Si... Si me alegra pero...
—Sh, ya.—Le besé la frente.—Descansa un rato.
—No puedo descansar.
—Tendrás que intentarlo.
—Te amo.
—Yo te amo más.—Le sonreí.
Al cabo de un rato estaba dormido. Parecía tan indefenso que necesitaba estar con el, cuidarlo. Puede sonar estúpido pero es así. El ha sufrido mucho y no voy a permitir que lo continúe haciendo.

Narra Zayn

Me hice el dormido, sólo así Alex podría descansar. Necesitaba ver a mi madre, hablar con ella, abrazarla... Pero lo que más necesitaba era cobrarselas todas juntas a él cabron de Trace... Nadie le hubiera hecho daño a mi madre si yo hubiera tenido 19 en aquel entonces... Me levanté del regazo de Alex y salí al porche de la cabaña.
—Me crees idiota?.—Dijo alguién detrás de mi.
—Ángel.
—Dudaba si salir o no. Si lo que necesitas es espacio yo...
—Lo que yo necesito es tenerte a mi lado.—La cargué en brazos.
—Ahora si estas dispuesto ha hablar con mi padre?
—Si pero no ahora.—Le besé el cuello.
—Cuando entonces?
—Después de un baño de espuma.—Reí pícaro.

(...)

jueves, 28 de noviembre de 2013

Capítulo 18.

—Enciende la chimenea, tengo frío.—Dije mientras me colocaba una manta por encima.
—Voy.

—Vuelve a casa. YA. E. xx.

—Quién es?.—Preguntó Zayn tirándose literalmente en el sofá.
—Edward.—Tiré el movil a la mesa.
—Quizás deberías contestarle.—Dijo mientras dejaba un camino de besos desde mi cuello hasta mi mejilla.
—De momento no... Sólo quiero disfrutar contigo.—Le besé la mano.
—Alex, vuelve a la realidad. Algún día tendremos que salir de este cuento de hadas en el que estamos.—Me besó.
—Lo sé...—Suspiré.
—Voy a hacer ejercicio.—Se levantó y se dirigió hasta la habitación.
Ya me estaba aburriendo de la película que estaba viendo en la TV. Pensé que podría ser mucho más divertido ver a mi hermoso novio haciendo abdominales.
Me levanté y me dirigí hasta dónde el.
Estaba en la alfombra acostado, con las rodillas dobladas haciendo abdominales. Su piel brillaba por el sudor en su pecho. Todo un dios.
Me acerqué hasta el y me senté en sus rodillas. Podía verle desde arriba, subiendo y bajando.
—Hola.—Dije.
Sonrió y se quedó arriba. Me agachó un poco, besó mis labios y siguió con sus ejercicios.—Hola preciosa.
—No deberías estar haciendo esto, más bien tendrías que descansar.
—Tengo que entrenarme todos los días y ya llevo varios sin hacerlo.
—No te hace falta el ejercicio.—Le acaricié el pecho.—Además, me aburro sin ti.
—Déjame hacer algunas repeticiones más.
—Está bien.—Reí.
Escuché mi movil vibrar. Me levanté de las piernas de Zayn y lo tomé. Era Edward.

—Hola.—Dije.
—Alex, cuando piensas volver a casa?
—No lo sé. Creo que nunca.
—Como?
—Como pudiste hacerle eso a la madre de Zayn...
—Ya te lo dije, yo no hice nada.
—Ah, no?.—Dije irónica.
—No. Si volvéis os prometo contaros la verdad.
—Como podemos fiarnos de ti?
—Sólo hacerlo... Venir a la casa de Bradford. Os espero.
—Tengo que consultarlo con Zayn.—Lo miré.
—Os espero.

—Que quería?
—Vernos. Dice que nos contará toda la verdad sobre... Tu madre...
—Será una trampa.
—No lo sé, sonaba sincero... No perdemos nada por escucharle.
—Tengo que pensarlo...
—No te hará nada conmigo allí, te lo aseguro mi amor.
—Puede que mañana, vale?.—Asentí.–Me voy a duchar. Bonito trasero.—Dijo dándome una torta en el culo cuando pasaba detrás de mi.
—Ei.—Reí.

Narra Zayn

Estaba agotado después de tanto ejercicio físico y con lo de Edward... Para lo unico que tenía humor era para consentir a mi ángel. Me enrolle una toalla en la cintura y salí de la ducha.
Alex estaba tumbada en el sofá, adormilada. Me acerqué a ella y me puse en cuclillas a su lado.
—Hola cielo.—Me sonrió para después morderse el labio.
—Si me sigues mirando así, te comeré toda. De arriba a bajo.—Sonrei pícaro.
—Ya, no seas cochino.—Me empujó suavemente.—Mejor no me provoques tu.—Se incorporó un poco.
—Voy a vestirme.—La besé.
—Espera Zayn.
—Que?
—Tienes alguna idea de lo que vamos a hacer con mi padre?
—Si...—Me rasqué la nuca.—No quiero verlo...
—Ni siquiera quieres escuchar lo que tiene para decirte? Podría interesarte.
—A estas alturas... Lo dudo.
—Enserio Zayn...
—Ángel... Tengo una deuda pendiente con tu padre y realmente no quiero que eso te afecte a ti. Por favor, mantente al margen.
—No puedo mantenerme al margen. Es mi padre, sea como sea. El se ha tragado su orgullo y nos ha llamado. Tu ni siquiera eres capaz de darle el beneficio de la duda.
—No tengo ninguna duda de que ese tipo sea un asesino.—Eleve un poco la voz.—Lo siento...—Suspiré.—No... No quiero pelearme contigo, es lo último que quiero... Sólo, déjame resolver esto a mi.
—Como quieras.—Se dejó caer de nuevo en el sofá.
—Ángel...
—Ni Ángel ni nada.—Cruzó los brazos.—Necesito pensar... 
—Está bien.—Le besé la frente.—Te amo, lo sabes, cierto?
—Si.—Sonrió.

(...)

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Capítulo 17.

Sentí un olor muy rico. Abrí los ojos y descubrí que Zayn ya no estaba conmigo. Me puse mi ropa interior, la camiseta de Zayn y fuí a inspeccionar la cabaña. Era pequeña por lo que no tardé mucho en encontrarle. Estaba en la cocina, con tal sólo unos pantalones vaqueros y el cabello completamente revuelto. Irresistible.  Caminé hasta el y le abrace la cintura.
—Buenos días.—Dije.
—Buenos días ángel.—Tomó mi cara entre sus manos y me besó.
—Que haces?
—Huevos revueltos y bacon. Es lo único que he encontrado en la nevera.—Suspiró.
—Eso está bien.—Sonreí.—Debería llamar a mi padre...
—Por qué?
—Porque le conozco y seguramente a estas alturas tengas a toda la policia del país buscandot...—La puerta me interrumpió.
—Voy yo.—Me besó.
Me senté en la encimera a esperar. Ya estaba tardando demasiado.
—Ángel! Ven!.—Gritó de pronto.
En la puerta había dos agentes de la agencia.
—Hola.—Dije.
—Alex Marie Mitchell?.—Preguntó uno de ellos detallandome de arriba a bajo. Gracias a dios la camiseta de Zayn me quedaba grande.
—Si, soy yo.
—Edward Mitchell nos comunicó que este sujeto te secuestró.
—No es cierto.—Abracé la cintura de Zayn.—No es más que una escapada romántica con mi novio, verdad?
—Si mi amor.—Me besó.
—Porfavor, decidle a mi padre que me deje tranquila. Soy mayorcita y se cuidarme por mi misma.
—Está bien, sentimos las molestias.
—Adios.—Dije y cerré la puerta.
—Los huevos.—Corrió hasta la cocina.
—Igual se me ha ido el hambre. No te preocupes...—Dije.
—Los he salvado.—Dijo sirviendome un plato y un zumo de naranja.
—Que haremos Zayn?.—Me dejé caer en la silla.
—Tu no se, yo voy a amarte sin importarme a quien le moleste.—Me abrazó por la espalda.
—Que quieres decir?.—Dije mientras le acariciaba el brazo.
—Que lo único que quiero es estar contigo, lo demás me da igual... Salvo por...—Se alejó de mi.
—Que?
—Mi madre...—Suspiró.—Dejalo, come que se te va a enfriar.
—Zayn... Si de verdad Edward mató a tu madre, haré lo que sea para mandarlo a la cárcel, te lo prometo. Porfavor, no hagas nada de lo que puedas arrepentirte...
—Está bien cariño, tranquila.—Me besó la frente.—Venga, come, te prometo que no está envenenado.—Bromeó.
—Quizás no conscientemente.—Le seguí el juego.
Tomamos el desayuno lentamente. Ninguno de los dos quería que esto se acabara. Nos dimos un baño, juntos y salimos a dar una vuelta por el campo.
—Que tranquilidad.—Sonreí.—No me importaría quedarme a vivir aquí para siempre.—Me aferre a Zayn.
—Si quieres eso sólo pidelo. Por ti soy capaz de bajar las estrellas.—Me besó la mejilla.
—Eres la cosa más dulce que existe en la tierra.
—Sólo contigo.—Soltó una risilla.
—Eso es lo que más me gusta.
—Mira, un lago.—Dijo señalandolo.
—Hace frío Zayn, no pensarás entrar... No?.—Le miré.
—Por qué no? Tampoco hace tanto frío ángel.
—Yo estoy helada... Otro día vale? No quiero que te pongas malito.—Dije como una niña pequeña.
—Bueno... Está bien princesa.—Me besó suavemente.—Se me ocurre que podríamos quedarnos aquí unas semanas.
—Y la ropa?
—No la necesito estando contigo.—Sonrió maliciosamente.
—Tengo una idea.
—Cual?
—Podría decirle a Aria que nos envíe algo de ropa.
—Si, me encanta la idea.—Me besó.

—Aria, soy Alex. Te importaría comprar algo de ropa para mi y Zayn?
—Que??!
Ya te lo explicaré... Sólo hazlo, porfavor. Si puedes acercamela a la cabaña del campo de Zayn que está en las afueras... Conoces el lugar?
—Si, claro.
—Ni te preocupes por el dinero, te lo doy después. Te quiero.
—Está bien, esta misma tarde os lo llevo todo.

—Todo solucionado.—Sonreí.
—Te amo.—Me cargó en brazos.
—Peso, déjame en el suelo.
—No, no pesas.—Depósito pequeños besos por todo mi abdomen.
—Me apetece entrar.—Reí.
—A mi también.—Levantó las cejas.

(...)

lunes, 25 de noviembre de 2013

Capítulo 16.

—Alex... Alex, estás en posición?
Escuchaba decir a mi padre por el pinganillo. La cosa es así, después de que Zayn se fuera, papa llegó y me cogió el papel que me había entregado. Ahora mismo estoy rodeada de agentes secretos, escondidos alrededor de mi, esperando a Zayn como un tigre a su presa.
—Si Edward.—Contesté.
—Veo una moto negra aproximándose a tu plaza.—Dijo otra voz por el pinganillo.
Zayn había llegado. Según papá, sólo iban a atraparlo y hacerlo confesar pero yo me moría del miedo... Tenía miedo de que le pasara algo...
—Has venido.—Sonrió.
—Para que me has citado aquí?
—Para hablar contigo. Para explicarte lo que viste aquel día en casa... Si no te lo dije desde un principio es porque pensé que te alejarias de mi...
—Tu dirás.
—Esas fotos no las tomé yo, y no me acerqué a ti por que quisiera matarte... Me acerqué porque estropeaste mi coche, coche que aún no me has pagado...—Me guiñó un ojo.
—Ya...—Sonreí levemente.—Y si tu realmente no tomaste las fotos... Quien fué?
—Trace.
—Trace?—Dije fingiendome sorprendida.
—Mi ti...
—MANOS ARRIBA! CUALQUIER COSA QUE DIGA PUEDE SER UTILIZADO EN SU CONTRA.—Gritó papá.
Zayn me miró confundido y levantó las manos.
—Estas detenido.—Dije. Con todo mi dolor, le puse unas esposas y lo llevé hasta el coche patrulla.
—Bien hecho Alex.—Dijo James.
Poco después estábamos en la sala de interrogatorio. Zayn estaba bien esposado a la silla.
—Y bien Malik, quieres hacer las cosas por las buenas, o por las malas?.—Preguntó papa.
—Que quieren? Yo no hice nada.
—Eso es que quieres ir por las malas? Que operación está llevando a cabo tu padre.
—Mi padre? Ninguna!
—No?.—Le dió un puñetazo en el abdomen.
—Papa.—Dije.
—Ni papa ni nada.—Le propinó otro puñetazo.
—No hace falta que le pegues.—Dije rudamente.
—Y bien? Piensas confesar de una maldita vez? Que busca Trace, tu padre.
—Trace no es mi padre.—Dijo débilmente.
—Que?.—Por su tono de voz diría que por primera vez en mucho tiempo papa parecía confundido.
—Mi padre se llama Yaser, Trace es su hermano, mi tío..—Tosió.
—Es eso cierto?.—Pregunté.
—Si Ángel..
—Y-Yaser... De todas formas vives con el... Por qué?
—Mi padre y yo nos mudamos de Bradford cuando mi padre murió...
—Tricia...—Susurró papa.
—Poco después encontramos a mi tío y a Sean, su hijo. El decía que tu.—Le miró con asco.—mataste a mi madre... Ni siquiera te conocía pero te odié desde ese momento y te odio ahora.
—Como pudiste...—Dije.
—Eso no es cierto, yo no la maté.
—No, claro...—Musitó Zayn con lágrimas en los ojos.
Me dolía verle así... El no era más que otra víctima en todo esto, y yo, una estúpida.
—Lo siento.—Me arrodille junto a el.
—Tranquila Ángel..
Sin que nadie se diera cuenta, le aflojé las esposas, de manera de que en cuanto quisiera podría escapar sin que pudieramos evitarlo.
—Yo no la maté, si no lo crees, allá tu. Te retendre aquí, así tu querido tío se verá obligado a salvarte.
Deje conscientemente mi arma en la mesa, muy, muy cerca de Zayn.
En un audaz movimiento, el la tomó y apuntó a mi padre.
—Siento decirte que no podré quedarme.—Dijo.
—Baja el arma.
Me tomó por la cintura y me apuntó con la pistola en la cabeza.
—Hasta otra ocasión.—Le guiñó un ojo a mi padre para después sacarnos de allí.
—A donde vamos?.—Dije.
—No te muevas, podría matarte Ángel.
—Tienes puesto el seguro.—Dije en tono burlón.
—Lo sé.—Sonrió y retiró el arma.—Vamos, sube al coche.
—Me estás secuestrando?
—Si.—Dijo para después besarme suavemente.—Vamos, sube.—Sonrió de nuevo.

Horas después estabamos en Bradford. Llegamos a una pequeña cabaña en medio del campo. Estaba sentada en un sofá observando como Zayn encendía la chimenea.
—Gracias.—Dijo sentándose junto a mi.
—Por qué?
—Por lo que hiciste en la sala de interrogatorios, si no fuera por ti...
—No podía dejar que te hiciera daño...
—Te he echado de menos como un loco.—Dijo cogiendome la mano.
—Odio admitirlo pero... Yo a ti más.—Me apoyé en su hombro.
—Debiste haberme escuchado...
—Lo sé... Ahora lo sé...
—Lo que te dije aquel día era cierto... Te quiero, nunca quise matarte... Bueno, puede que cuando arruinaste mi coche...—Rio.
—Tu chocaste conmigo.
—El punto no es ese.
—Y cuál es?
—Que sólo buscaba protegerte. No te preguntaste por qué no te dejaba en paz? No podía dejarte sola, eso significaba dejarte desprotegida. El maldito de Trace aprovecharía cualquier oportunidad para...
—Ya, está bien.—Dije mientras le acariciaba.
—No me dejes ángel..
—No pensaba hacerlo.—Le hice mirarme a los ojos.—Te amo, de acuerdo?.—Asintió con la cabeza y me besó la mano.—Siento lo de mi padre y tu madre...
—Tu no tienes la culpa, no tienes porque disculparte amor.
—Es un maldito bastardo que lo enredó todo...
—Dejémos el tema. Simplemente seamos tu y yo, nadie más.—Me besó dulcemente, yo le respondí un tanto desesperada. Necesitaba estar con el. En todo este tiempo no pude quitarme de la cabeza aquélla noche en su casa.
Me subí en sus piernas y seguí besandole con necesidad. Le quité la camiseta, pude derretirme al ver su nueva figura.
—Que?.—Sonrió.
—Aún lo preguntas.—Dije recorriendole el torso mientras mordia mi labio inferior.
Soltó una carcajada y me recosto lentamente en el sofá. Se deshizo hábilmente de mi ropa y de nuevo, después de casi un año, pude sentirle plenamente...

(...)

viernes, 22 de noviembre de 2013

Capítulo 15.

Narra Zayn

Un día más venía de hacer la compra. Ya hacian unos ocho meses desde que nos mudamos a Londres, desde que mi Ángel se fué.
Tuvimos que huir de Bradford, ya que seguramente Alex le contaría todo a Edward y la policia nos buscaría.
—Zayn, la próxima semana hacen 7 años desde la muerte de tu...
—Lo sé papa.—Le corté.
—Iremos al cementerio y le llevaremos flores, te parece?
—Claro.. Donde están Sean y Trace?
—Salieron hace un rato, no tengo ni idea de a donde...
—Mejor, no tengo ganas de verles.—Me dejé caer al sillón.
—Ya has hecho ejercicio?
—Hoy no, ayer estuve toda la noche haciendo ejercicio y acabé reventado. Luego haré varias flexiones y me acostaré, no doy para más.
—Te ves mejor físicamente. Sólo afeitate, pareces un vagabundo.—Dijo mi padre sentándose en otro sillón.
—No tengo ánimos.
—Aún sigues deprimido por esa chica? Superalo, han pasado ocho meses nada más y nada menos Zayn.
—Como si quiere pasar toda la vida.—Dije secamente.
—Piensa que en cualquier momento puedes encontrar a la mujer de tu vida paseando por la calle. No querrás que te vea así..
—No me interesa como me vean las mujeres.
—Superalo.—Dijo mi padre antes de irse del salon.
Superalo, superalo. Eso es lo unico que saben decirme. Que sabrán ellos...
Subí a mi habitación y me puse de nuevo con los abdominales. Esa era la uníca forma que tenía de sacarme a Alex de la cabeza, con ejercicio a lo bruto.
Salí a la pequeña terraza de mi habitación y me encendí un cigarro. Ví a una mujer acompañada de tres hombres. Rubia, de estatura media. Caminaba sensualmente mientras contoneaba traviesamente sus caderas. No pude verle la cara pero me resultaba extrañamente familiar.
Terminé de fumar y seguí con lo mío.

Narra Alex

Caminamos por una pequeña calle al este de Londres. Por allí estaría nuestra nueva casa. Era bonito pero realmente me daba igual. No quería acostumbrarme a vivir allí. Sólo quería una cosa, encontrar a Malik.
—Te gusta el lugar?.—Preguntó papa,
—Está bien. Alguna pista sobre Malik?
—Aún no, estoy esperando a que me llamen del cuartel general.
—No me voy a estar de brazos cruzados esperando a que los inútiles de la central investiguen. Voy a salir a buscarle.
—Seguro que lo encuentras, Londres es enano.—Dijo James sarcástico.
—Métete en tus asuntos.—Le dí una colleja y salí de la casa.
Después de toda la tarde dando vueltas como una gansa, volví a casa. Realmente tenía la esperanza de conseguir algo esta tarde... Estaba cruzando la calle de mi barrio cuando noto que alguién me tapa los ojos y la boca.
Mordí la mano de esa persona y le propiné una patada en la entrepierna. Era un hombre. Estaba revolviendose en el suelo. No podía verlo bien, dado que estaba oscuro pero me sonaba bastante.
—Levanta cabron.
—Veo que no me equivoqué, Ángel.
Ángel... No... Era Zayn! Porsupuesto que era Zayn. Lo agarré de la camiseta y lo levanté del suelo. Era todo un hombre. Tenía los abdominales mucho más marcardos, brazos más fuertes y una sexy barba de varios días.
—Has hecho mal viniendo hasta mi.—Dije fria.
—Mírate.—Dijo mordiendose el labio.
—No me mires así.—Dije aparentando estar molesta.
—Eres toda una mujer.
—Y tu eres todo un idiota.—Le agarré las manos y las coloqué en su espalda.—Quedas arrestado.
—Como?
—Como lo oyes.—Toqué mi pinganillo.—Papá, le tengo...
—No lo mates, dame el placer de hacelor yo.—Dijo.
Me entró un escalofrío por todo el cuerpo. Ahora que estaba frente a mi... No tenía el valor de matarlo, de permitir que le hicieran daño... Soy estúpida pero... Que puedo hacer?
—Lárgate antes de que me arrepienta.—Le solté.
Zayn se quedó quieto, mirandome sorprendido.
—Que te largues joder!.—Le grité.
—Te veo mañana a las doce de la madrugada en esta dirección.—Me entregó un papel.
—No iré.
—No me falles Ángel.—Dijo antes de echarse a correr.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Capítulo 14.

Llegué a casa hecha trizas. En el salón encontré a papa, James y Bruno vestidos como si estuvieran a punto de salir a cumplir alguna misión.
—Pero que leches...
—Alex!.—Gritó James tirándose encima mía.
—Me espachurras.—Dije sin poder respirar.
—Alex, estás bien?.—Preguntó Bruno.
—Eso creo...
—Dónde has pasado la noche?.—Preguntó mi padre con cara de pocos amigos.
—De eso quería hablarte...
—Vamos a mi despacho.
Lo seguí por el interminable pasillo hasta que llegamos a nuestro destino. Mi padre desbloqueó la puerta y me invitó a pasar.
—Y bien?.—Se sentó en su escritorio.
—Vale.—Suspiré.—No flipes eh...
—No te prometo nada.
—Bueno... Verás...—Le conté toda la historia de Zayn. El se quedó callado, como si realmente no le sorprendiera nada de lo que había contado.
—Te dije que no te acercaras a Malik.—Dijo con toda la tranquilidad del mundo.
—Te acabo de contar que en casa de Zayn hay una habitación llena de fotos nuestras junto a una nota que dice "Debe morir" y eso es lo único que se te ocurre decirme?.—Dije al borde del ataque cardíaco.—Nunca te había visto tan tranquilo!
—Estoy tranquilo porque estás aquí.—Suspiró.—Pensé que quizás Trace Mali...—Se calló en seco, como si comprendiera que iba a joderla contándome esto.
—Mali..? Espera... Trace Malik?.—Dije después de pensarlo un poco.
—El mismo.
—Entonces... El tipo al que tu buscas... Es el padre de Zayn?
—Eso sospecho. Tenía miedo de que la rata callejera de Trace quisiera hacercarse a mi por medio de Zayn.
—Q-Que...
—Hazme caso la próxima vez. Eres la cosa más indefensa del mundo. Que crees que habría pasado si hubiera intentado dañarte? Nunca podrías haberlo evitado...
—Por eso siempre preferiste a James... Porque el es como tu... Cierto?.—Dije lentamente, sin mirarle.
—Alex, no...
—Quiero ser como tu.
—Qué?
—Quiero entrar en tu programa de agentes. Quiero dejar de ser la niñata que no sabe defenderse. Quiero vengarme de Zayn y del tal Trace. Me ayudas?.—Crucé los brazos esperando una respuesta.
—Hija...—Papa se quedó pasmado.—E-Esta... Si.
—Si?
—Si eso es lo que quieres... Te convertiré en un agente.

Ocho meses más tarde...

—Me alegra poder entregar la medalla al valor a mi hija Alex Marie Mitchell, sube por aquí.—Anunció mi padre por el micrófono.
Subí al escenario y mi padre me puso la medalla mientras todos me aplaudían.
—Gracias.—Dije felizmente.—Esto me hace inmensamente feliz. Ha sido un semestre estupendo junto a ustedes, me ha encantado compartir bromas, risas, tambien alguna lágrima que otra—Todos rieron al recordar la vez que a los novatos nos obligaron ha hacer estiramientos en el barro—Y locuras, muchas locuras.—Miré a Kat, una buena amiga y ambas sonreimos.—Me llena de orgullo poder demostrar a todos que soy fuerte, que soy valiente, ágil.—Miré a mi padre, este sonrió.—Y os prometo que no os fallare. No voy a descansar hasta que todos los malditos delincuentes que están ahí fuera, haciendo de las suyas tengan una vala de plomo en el corazón.—Apreté los puños, intentando contener la rabia. Obviamente me estaba dirigiendo hacia Zayn.
Todos empezaron a aplaudirme. Lo único que hice fué abrazar a mi padre con fuerza.
Pocas horas después, el, James, Marck-Ya me contaron la historia de Bruno-y yo estábamos en el aeropuerto de Manchester, a punto de tomar un avión hacia Londres, el nuevo refugio de Zayn y Trace.
Había aprendido mucho este tiempo y realmente estaba deseando ponerlo en práctica.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Capítulo 13.

Abrí los ojos lentamente. Zayn me tenía apresada en sus brazos. Le miré y sonreí, sin ninguna duda esta había sido la mejor noche de mi vida. Me moví un poco y, sin querer, lo desperté.
—Ángel.—Sonrió.
—Siento haberte despertado.
—Tranquila.—Me besó la frente.—Como te encuentras?
—Bien.—Le acaricié el pelo.—Tú?
—Como quieres que esté, con un Ángel a mi lado.—Hundió su cabeza en mi cuello.
—Sabes que hemos faltado a clases?.—Reí, me estaba haciendo cosquillas.
—No importa.—Siguió besandome.
—Y mi padre me matará.
—De eso nada cariño–cariño? Me ha llamado cariño? Eso he oido, anoche le oí decir te quiero. Me estoy quedando sorda? Alucino?–, dile que te quedaste en casa de tu amiga Aria.
—No se lo va a tragar.—Suspiré.
—Entonces iremos juntos y le contaremos todo. Creo que no seré el primer chico que muere en manos de su suegro.
—S-suego?.—Tartamudeé, no podía creer lo que había dicho.
—Porsupuesto.—Me besó dulcemente.—Después.—Me besó—de esta—Me besó—noche—Me besó—eres mía. Si quieres, porsupuesto.—Sonrió tímido.
—Claro que quiero.—Lo abracé.
—Espera aquí.—Se levantó, se puso unos simples boxers y salió de la habitación.
Estuvo unos 10 minutos fuera. Regresó con una cajita negra y una sonrisa.
—Dame tu mano.
—Que es eso?.—Dije mientras la observaba.
Sacó un anillo de diamantes y me lo puso en el dedo.
—Zayn...—Le miré boquiabierta.
—Era de mi madre. Lo he estado maquinando esta noche, mientras dormías.
—No puedo...
—Si no lo aceptas me ofendere.
—Yo... Te quiero Zayn.—Dije nerviosa.
—Yo también te quiero cariño.
Cariño, ahora si lo escuché perfectamente. Nunca he sido de esas baboserias, es decir, si el que me ha llamado así hubiera sido otro que Zayn, seguramente lo hubiera mandado a su casa con su mami.
—El baño?.—Sonreí.
—Al final del pasillo.—Me dió un beso en la punta de la nariz.
Cogí mi ropa y me dirigí al baño. Al final del pasillo había dos puertas. No quería parecer una entrometida que viola la intimidad de su novio, si, he dicho novio y me encanta. Novio, novio, novio, novio.
Abrí la puerta de la izquierda, rezando para que ese fuera el baño. Entré en una pequeña oficina. Nada exuberante, un escritorio, algunas estanterías y poca cosa más. Me giré para salir, ahí si ví algo extraño, inquietante.
Había un panel lleno de fotos de mi padre, de James, de mama, mías... Que? Hasta de Aria y Niall!
Miré todas las fotos con la boca abierta. Incluso había una en la que  Zayn salía conmigo en la playa, la noche del beso. Con Bruno. Saliendo y entrando del instituto. Por la calle. ¡EN MI CASA!
Seguí observando sin poderme creer lo que veía. Era enserio? Subí un poco la vista, había una foto mía con un possit, un possit que decía "She is Alex Mitchell, she 's Gonna Die"
Sentí que el corazón se me extremecia. Zayn no me quería, solo me estaba atrayendo a el para... Matarme?
Me vestí rápidamente y corrí hasta el piso de abajo.
—Ángel!.—Gritó Zayn desde la cocina.
La puerta aún estaba cerrada, mierda, mierda y más mierda.
—Ángel, por qué no respondes?.–Preguntó confundido.
—Abre la puerta.
—Que?
—Abre la puerta.—Repetí más lentamente.
—Pero...—Dió un paso hacia a mi.
—No te me acerques.—Me alejé.—Abre la puerta. Eres un maldito psicópata.
—Que?.—Dijo aún más confuso.
—Eres un falso. Lo de anoche, lo de la playa, lo de Ángel, no son más que juegos para enredarme y matarme más fácilmente, no?.—Dije con lágrimas en los ojos. Odio llorar pero no pude evitarlo.
—Eso no es cierto Ángel, nadie va a matarte, calmate.
—He visto las fotos, lo ví todo. Déjame ir.
—Puedo explicartelo, te lo juro.—Suspiró.
—Déjame ir.—Repetí.
—Está bien.—Sacó las llaves de su bolsillo trasero y abrió.—Te quiero.
Eso fué lo último que escuché antes de desaparecer de su casa, de su vista, de su vida... Para siempre...

(...)

domingo, 17 de noviembre de 2013

Capítulo 12.

Escuché el pitido de un coche desde la calle. Me asomé a la ventana y confirmé mi sospecha, eras las cinco, el del pitido era Zayn y me había quedado dormida.

—Bajo en 5 minutos.

—Y eso? Te estás poniendo hermosa para mi? ;)

—No idiota, me quedé dormida.

Solté el movil, me arreglé y maquillé y bajé rápidamente. Zayn estaba apoyado en su coche, con sus gafas de sol puestas y con una sonrisa.
—La espera ha merecido la pena.
—Cállate.
—Sigues enfadada?
—Noooooo.
—Lo tomaré como un siiiiiii.—Sonrió y me abrió la puerta del coche.
Estuvimos todo el camino en silencio, sin decir nada. En unos pocos minutos, habíamos llegado a una casa hermosa.
—Aquí es.—Me sonrió.
—Es muy bonita.
—Era de mi madre. Mis abuelos se la dejaron como herencia al morir.
—Ow..

Narra Zayn

La llevé al interior de la casa y la hize pasar al salón. Ella no paraba de mirar hacia todas partes con la boca abierta.
—Siéntate.—Sonreí.
—Gracias.
—Creo que tenemos una conversación pendiente.
—Preferiría limitarme a hacer el trabajo...
—Y lo haremos, después de hablar.
—De acuerdo... Te escucho.
—Bien.—Se me escapó una sonrisa.—La verdad es que el beso estuvo genial-Alucinantemente perfecto-
—Y por qué te fuiste?
—Me entró el pánico...—Bajé la cabeza.
—A ti?.—Preguntó incrédula.
—A mi también me extrañó pero si, esa es la verdad.
—Me sentí estúpida.
—Por qué?
—Por qué? Aún lo preguntas? Zayn, me besaste, me dijiste que te gustaba y saliste huyendo.—Frunció el ceño.
—Ya te he dicho que lo siento, perdóname, por favor?
—Vale...—Suspiró.—Podemos empezar con el trabajo?
—Si, después de que me digas si te gustó el beso.
—Puedes llegar a ser muy molesto, sabes?
—Si, lo sé, solo contestame.
—Estuvo... Bien.
—Bien? Sentí como te derretias en mis labios Ángel.
—No me explico como aún sigues en la tierra, con lo inflado que esta tu ego.
—Hazte la tonta si quieres, en el fondo sabes que es cierto.—Sonreí sensualmente.
Hizo una mueca y apartó la vista de mi.
—El trabajo.—Soltó de repente.
—Claro... Girate.—Obedeció. Le tapé los ojos con una venda negra y me aseguré de que no viera nada.—Seguro que no ves?
—Que no.—Cruzó los brazos.—Ahora tú y no hagas trampa.
—Está bien.—Me coloqué otra venda.
—Ya?
—Si.
—Seguro?
—Si, no confías en mi o que?
—No.—Sentí como se acercaba a mi. Me tocó la cara, asegurándose de que realmente tuviera puesta la venda.
Pasó su mano por mi mejilla. Me dió la sensación de estar recibiendo una caricia.
—Me crees ahora?
—Si. Que hacemos?
—Vemos una peli?
—Eres tonto o que?
—Oh, es cierto.—Me reí de mi mismo.—Otra cosa entonces, eso si, agamos algo divertido. Me aburro.
—Si quieres jugamos a la gallinita ciega.—Dijo sarcástica.
—Pues no es mala idea. Escondete bien porque como te atrape te beso.
—Já.—Por su voz podría asegurar que se había puesto nerviosa.
—Venga, que voy. Y no hagas trampa.—Dije quitandome el antifaz.
—No, tu tampoco.—Dijo y se fué por el pasillo. Tocaba las paredes intentando no caerse.
Me hize el tonto y esperé a que se escondiera. Había entrado en mi habitación... Si perdía mi poco autocontrol la única culpable sería ella, por provocarme.
Después de contar diez, fuí hasta donde se encontraba ella.
—Ángel? Estas aquí?.—Dije simulando que me tropezaba con la puerta. Ella estaba parada junto a la cama-provocando de nuevo.—Ángel?.—Repetí y me tropecé "accidentalmente" con ella. Ambos caímos en la cama, yo encima de ella.
—Auch.—Se quejó.
—Te encontré.—Sonreí.—Lo prometido es deuda.
—No me vas a besar enserio, no?
—Que te hace pensar que no? Me muero de ganas por volver a tener tus labios con los míos.—Los rocé ligeramente.
Para mi sorpresa, fué ella la que me besó. Puse ambos brazos a su alrededor, atrapandola debajo de mi. Ella hundió sus manos en mi pelo. Una palabra, alucinante. Después de dos minutos, nos separamos. Alex estaba sonriendo, igual que yo.
—Amo tus besos.—Dije inconscientemente. Creí haber metido la pata hasta el fondo.
—Y yo los tuyos.—Sonrió para luego quitarse el antifaz.—Hiciste trampa.—Dijo al verme.
—Y tu pretendias hacerla.—Sonreí.
—Idiota.—Me dió un manotazo.
—Tu idiota desde el sábado.—Dije para besarla de nuevo.
Las palabras sobraron en aquel momento. Comencé a besarle el cuello al mismo tiempo que le acariciaba los muslos, el abdomen, todo, mientras Alex se aferraba a mi espalda, a mi cabello. La necesitaba, mucho más de lo que yo mismo pensaba y, al parecer, ella a mi también. Poco a poco ambos fuimos deshaciendonos de la molesta ropa. La metí bajo las tibias sábanas y nos fundimos en uno sólo..
—Te quiero Ángel.—Le susurré.

(...)

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Capítulo 11.

Llegué a casa hecho una furia. Estaba cabreado conmigo mismo por huir como una gallina. Nunca he sido de esos que se avergüenzan de un beso, y mucho menos de ese, que fué el más espectacular que me han dado.
Cerré la puerta de un portazo y me tiré al sofá en el salon.
—Que bien que llegas Zayn, tenemos que hablar contigo.—Dijo Trace.
—Que pasa.
—Nos vamos a Londres a resolver unos asuntos.
—Genial, es justo lo que necesito. Cuando salimos?
—Cuando digo "nos vamos" me refiero a Sean, Yaser y a mi. Tu te quedas.
—Qué? Por qué?.—Dije desconcertado.
—Los vecinos están hartos de verte salir y entrar de la casa. No queremos levantar sospechas. Nos vamos esta noche.
—Ten mucho cuidado, si necesitas algo llama. Además ten cuidado con quien invites a venir, si es posible que no traigas a nadie, pues mejor.—Dijo mi padre.
—No seas así Yaser, seguro que el chico está deseando traer a alguna mujer, cierto?.—Dijo Trace codeandome.
—No.—Suspiré.—Realmente no creo que eso ocurra esta vez.
—Pues mejor.—Dijo mi padre.
—Saldremos esta madrugada. Estate en guardia.
—De acuerdo.—Asentí.

Narra Alex

Lunes de nuevo. Ya mi coche estaba arreglado y no tenía la necesidad de coger el de mi madre.
Me puse unos pantalones vaqueros pitillos, un palabra de honor floreado, una chaqueta corta vaquera y sandalias. Cogí una manzana y salí para el instituto.
—Buenos días rubio.—Le dije a Niall.
—Donde te has metido este finde? Escondiendote de mi?.—Me besó la mejilla.
—El sábado estuve en la fiesta del muelle y... El domingo no salí.
—Fuiste? Drew, Anne, Lena y yo estubimos en el parque de atracciones.
—Valla, pues gracias por avisarme.—Puse cara de enfadada.
—Bueno, intenté llamarte varias veces pero tu movil no tenía señal.
—Tranquilo. Igual, hubiera preferido pasar el día con ustedes, seguro me hubiera ido mucho mejor.
—Y eso?
—Es largo, luego te cuento. Vienes?
—No, voy a esperar a Lena, me dijo que me mataba si la dejaba entrar sola.
—Nos vemos luego entonces.
—Bye.
Caminé hasta clase para encontrar a un relajado Zayn que se tensó al verme. Hubiera pagado todos los millones del mundo por no tener que volver a mirarle a la cara.
Desganada, me dejé caer en mi sitio. El se limitó a mirarme fijamente.
—Alex...
Le ignoré completamente.
—Alex.—Me cogió la mano.—tenemos que hablar...
—Te equivocas.—Me solté.
—Estás enfadada?
—Buenos días chicos.—Dijo el profesor entrando en clase.—Sacad el material.
—Ángel.
—Ya, déjame.
Y así pasó el resto de la clase. Zayn hablandome, yo ignorandolo y el profesor regañandonos. Iba tranquilamente por el pasillo, hacia mi taquilla, cuando alguién me agarró del brazo y me metió en el armario del conserje.
—Que haces idiota.—Le empujé.
—Ángel, tenemos que hablar de lo que pasó en la playa.
—En la playa? Que pasó en la playa?.—Dije haciéndome la desinteresada.
—Que no pasó en la playa dirás.
—Hay si, ya me acuerdo. Te largaste.
—Lo sé y lo siento...
—Lo sientes, que lo sientes dices.—Suspiré.—Realmente me da igual, no tienes porque darme ninguna explicación.
—Te da igual?.—Dió un paso hacia mi.
—Si...
—Seguro?.—Dió otro paso.
—Ya te dije que si.
Sonó el timbre.
—Tengo que ir a clase.
—Ángel, lo siento pero no voy a poder dejarte ir... No hasta que tú y yo estemos bien.
—Ya, déjame. Hablaremos en otro momento.—Me escapé de el y corrí a clase.
Gracias a dios el profesor aún no había llegado y a Zayn y a mi no nos tocó ningún castigo.
—Chicos, siento la tardanza. No disponemos de mucho tiempo.—Miró su reloj de pulsera e hizo una mueca.—Iré al grano. Tenéis que hacer un trabajo por parejas. Elegir vosotros. Consiste en hacer un experimento, me explico. Tendréis que hacer una investigación sobre la cegera, saber que como se siente en la propia piel.
—Y como se hace eso?.—Preguntó Drew.
—Fácil, llevareis un antifaz, mínimo durante una hora. Todo lo que tengáis que hacer, lo hareis sin ver nada. Lo mejor sería que empezarais lo antes posible, ya que el trabajo deberá ser entregado el jueves.
Le tiré una bolita de papel a Niall.

Nialler, tu, yo, trabajo.

—Eres un indio? Me encantaría trabajar contigo pero... Ya acepté ser el compañero de Lena... Lo siento.

—Ya veo, esa me está robando a mi mejor amigo.

—Eso nunca Alex, sabes que te quiero mucho...

—No quiero hablar más Niall. Mejor ve con tu compañera.

En mi cara se reflejaban el disgusto y la desilusión. La actitud de Niall me dolía mucho.
—Podemos hacer el trabajo juntos.—Dijo Zayn.
—Prefiero que no.
—Pues ya toda la clase tiene pareja. Sólo quedamos tu y yo.
—Enserio?
—Ajá.—Levantó una ceja.
—Está bien, esta tarde, a las cinco en mi casa.
—Preferiría que no, tu padre me odia y estaré solo en casa durante toda la semana.
—No se donde vives.
—Paso por ti a las cinco.

(...)

martes, 12 de noviembre de 2013

Capítulo 10.

—Bien chicos, es hora de bailar. Tomad a vuestra pareja de la cintura y llevadla a la pista de baile.— Dijo el DJ por el micrófono.

Estaba en la barra, pidiendo algo para tomar cuando noto unas cálidas manos atrapando mi cintura. Me giré suavemente para encontrar sus sedosos labios, esos que inspiran deseo. Continúe mi recorrido hasta llegar a sus ojos, que, me miraban penetrantes.
—Quieres bailar?.—Susurró en mi odio.
—Bailar?
—Tambien podría ser una escusa para pegarte a mi cuerpo, llamalo como quieras, Ángel.—Me guiñó un ojo.
Di un sorbo a mi copa y lo arrastré hasta la pista. Estábamos realmente pegados. Una de sus manos descansaba en mi cintura, otra en mi trasero y no, no me molestó en absoluto. Yo tenía mis brazos alrededor de su cuello y mi cabeza en su hombro. Sentía su olor, era una sensación indescriptible estar así. Ambos nos moviamos levemente al compás de la música.
—Te mueves bien.—Susurró Zayn en mi oido para después hundir su cabeza en mi cuello. Comenzó a besarlo suavemente. Fué subiendo sus besos hasta llegar a la comisura de mi boca. Estaba jugando conmigo y eso me volvía loca.
—Enserio? Que crees que ganarás con todo esto.—Le susurré en el oido.
—A ti.—Me acarició la mejilla y acercó su boca a la mía.
Que podía hacer? Besarlo, quizás apartarme? Aún no lo había decido cuando sentí sus labios unirse con los míos. Me quedé un poco sorprendida pero rápidamente reaccioné, moviendo mis labios al compás de los suyos. Parecían dos piezas de un puzzle que deseaban unirse la una con la otra.
Noté que me empezaba a faltar el aire pero, realmente se sentía tan bien besar a Zayn que me negué a apartarme. Fué el quien se dió cuenta y se alejó de mi, haciendome suspirar.
—Yo... Eh...—Tartamudeó Zayn.
—Que pasa?
—Me... Me gustas Ángel.—Y se alejó corriendo de mi.
De verdad acababa de pasar esto? Me había dado el mejor beso de mi vida y se había largado sin decir ni adios. Había quedado como una completa estúpida. Ví a Aria a lo lejos.
—Aria!.—Grité.
—Que pasa?
—Me voy a casa.
—Por qué?
—Mañana te cuento. Ya veo que estás muy bien acompañada.—Mire a Louis, que estaba detrás de ella.
—Pues si.—Sonrió.—Te llamo.
—De acuerdo.—Le besé la mejilla y salí de allí.
Me vine en taxi. Cuando llegué escuché a mis padres, como siempre, hablando a escondidas.
—Donde lo viste?.—Le preguntó mi madre.
—En un callejón cerca del centro. Esa rata panteonera se largó en cuanto me vió.
—Estás seguro de que era el?
—Si, era Trace.
—Trace? Quién es Trace.—Pregunté apareciendo de repente.
—Alex...—Murmuró mi padre.
—La misma que viste y calza. Y bien? Quien es Trace?
—Un... Conocido.—Respondió mi padre, dudoso pero firme al mismo tiempo.
—Pues por lo que he oido no te cae demasiado bien, no?
—Cara, puedes servir la cena? Tengo hambre.—Dijo eludiendo mi pregunta.
—Es alguna movida de la agencia?
—Eso es información confidencial.
—Ya, claro, pero seguro que James si lo sabe, verdad?.—Grité.
—De donde sacas eso?
—Lo inmagino.
—Pues mejor deja de inmaginar estupideces.—Salió al jardín.
Hasta cuando, hasta cuando pensaban continuar ocultandome cosas. Esta era la gota que colmaba el vaso. Decidí irme a mi habitación. Si seguía un minuto más aquí iba a ponerme a gritarle a todo el mundo.

(...)

lunes, 11 de noviembre de 2013

Capítulo 9.

Mierda, donde se había metido Alex? La perdí de vista cuando la estúpida de Bianca se me echó encima. Estuve buscandola con la vista durante varios minutos, hasta que la ví salir del mar. Las gotas de agua resbalaban por su perfectamente curvado cuerpo, dando la sensación de ver el espejismo de una diosa griega.
Poco después, Brunito apareció en acción, tomandola por la cintura, apretandola a su cuerpo. La verdad es que la cara de ese soplapollas me sonaba bastante. Tenía la sensación de conocerlo de antes y no precisamente en el cine del centro comercial. Estuve detallandolo. Alto y ancho pero con una buena figura. Brazos fuertes, abdominales bien marcados y piernas perfectamente detalladas, tal y como Edward Mitchell solía lucir en sus encuentros con mi tío. Nunca aparecí en ninguno pero siempre estaba cerca, sólo por si acaso.
Decidí llamar a mi tío, sólo el podía despejarme esta gran duda.
—Zayn?
—Soy yo, necesito que investigues acerca de un tal Bruno Parker Smith
—Dame un segundo... Bruno Parker Smith... Bruno Parker Smith... No, no me aparece ningún Bruno Pérez Smith
—No!?
—No, estas seguro de que se llama así?
—Lo ví en su cartera.
—Pues lo viste mal. No existe ningún Bruno Parker Smith, a menos que estés buscando a un anciano de 79 años.
—Claramente no.
—Puedes facilitarme una foto?
—No.—Suspiré.—Gracias de todas formas.
—Espera.
—Que?
—Tengo a un tal Marck Parker Smith. Es un agente.
—Para quien trabaja?
—Edward Mitchell. Es su perrito faldero. De hecho fué el quien me atrapó la última vez.
—Puedes describirmelo?
—Rubio, alto, ojos claros, bien formado.
—Es el.
—Ten cuidado, podría ser una artimaña de Mitchell.
—Lo tendré.—Colgué el teléfono.
Estuve maquinando que hacer durante unos minutos. Me urgia que que Marck o Bruno o como se llamara apartara sus sucias manos de Alex pero tampoco podía encararlo, decirle que sabía quien es realmente. Alex se enteraria y no estoy seguro de que eso sea lo mejor.
Al cabo de un rato ví que Alex se alejaba para ir al baño, mi oportunidad. Caminé rápido y sigiloso hasta llegar a la espalda de Marck.
—Hola.—Dije sonriendo cínicamente.
—Oh, eres tu.—Dijo sin apenas prestarme atención.
—Vas de superado?
—No se de que hablas.
—Yo creo que si. Por qué estás con ella?
—Porque me gusta.
—Y te creo, a quién no le gusta?
—A ti?
—Mentiría si dijera que no.
—A que viene todo eso de Ángel?
—Como sabes que la llamo así?.—Enarqué una ceja. Por muy astuto que este tipo fuera, yo lo sería más.
—Te oí decirlo.
—Cuando?
—Hoy.
—No la he llamado así delante de ti.
—Será que no te acuerdas.
—Probablemente.—Hize una mueca.
—Que quieres.—Dijo Alex llegando a donde nosotros.
—Sólo saludar a tu amigo Marck.
—Marck?.—Preguntó Alex extrañada.
—Oh, te llamé Marck? Seguro que me he equivocado, Bruno.—Le guiñé un ojo.—Ángel, tenemos que hablar.
—Yo no tengo nada que hablar contigo.
—Esto es por Bianca, cierto?
—No..—Murmuró.
—En mi defensa diré que ella se me tiró encima. Todo esto no pasaría si te quedaras a mi lado.
—Yo...
—Vamos Ángel, lo estás deseando.—Le tendí la mano.
—Yo... Tengo que irme.—Dijo Marck mirandome entre asustado, sorprendido y furioso.
—Pero por qué...
—Nos vemos mañana.—Se despidió.
—Que le has dicho.—Dijo Alex furiosa.
—Nada, esta vez se ha largado solito.
—Ya, seguro que si.
—Te lo juro, esta vez no he sido yo.—Levanté las manos en señal de paz.
—Voy a por algo de comer.—Suspiró.
—Te acompaño.—Pasé mi brazo alrededor de su estrecha cintura, aún mojada y la pegué a mi todo lo que pude y más.
—Alejate un poco, apenas puedo caminar.
—Si quieres te llevo a caballito. Créeme que le he cogido el gusto.
—No gracias, prefiero caerme.
—Ouch, eso duele.

(...)

sábado, 9 de noviembre de 2013

Capítulo 8.

Tenía demasiado calor, y no especialmente por el clima. Mas bien por el moreno sin camiseta que tenía pegado a mi. Me sostenía cuidadosamente por la cintura.
—Estás bien? Casi te matas.—Dijo aún en la misma posición.
—Si, gracias.—Me levanté.
—Eres un poco patosa, no Ángel?.—De nuevo esa sonrisa.
—No me heches tantos piropos que me abrumas.—Dije irónica.
—Y... Cuéntame, con quien pensabas venir a la fiesta?.—Dijo después de soltar una carcajada con mi comentario.
—Bruno.
—Bruno... Eh?.—Hizo una mueca.—Tendré que volver a hablar seriamente con el.
—Por qué y para qué?
—No es obvio?
—Pues si fuera obvio... No te estaría preguntando.—Rodé los ojos.
—Realmente no me gusta que otros tios vallan de simpáticos con mi chica.
—Aw, tienes novia?.—Ironía.
—Eso dímelo tu.—Dió un paso más cerca de mi.—Tengo novia?.—Sonrió cerca de mis labios.
—Pues no lo se.—Puse mis manos en su pecho-por un momento sentí el deseo de recorrer cada uno des sus abdominales con ellas-y le empujé levemente hacia atrás. Poniendo un avismo entre nosotros.
—Es esto lo que realmente quieres?
Gracias a dios Aria llegó antes de que mi silencio se volviera incómodo. Que iba a contestarle? Realmente ni yo misma tenía ni idea de lo que quería.
—Hola.—Saludó Aria.
—Hola.—Contestamos Zayn y yo al unísono.
—Y Bruno?
—.Miré a Zayn, este me dedicó una sonrisa.—No lo sé la verdad...
—Pero... Venías con el, no?
—Eso fué antes de que este me secuestrara, literalmente.
—Fué mutuo acuerdo.—Contestó Zayn.
—Pues... Deberías llamarle o algo. No creo que le haga mucha gracia que le dejes plantado.
—Tienes razón, le mandaré un mensaje.

—Bruno, donde estás? Tuve un problema, no pude esperarte. Ya estoy en la playa.

—Tranquila. Acabo de salir de casa, tuve que hacer un recado antes de salir. Me alegra no haberte dejado esperando. Voy para allá.

—Nos vemos. Xx.

—Que dice?.—Preguntó Aria.
—Ya viene hacia aquí.
—Bien...
—Aria, desde cuando conoces tú a Bruno?
—Q-Quién, yo? Eh... Pues...
—La verdad?
—Eh... Si, ya voy!.—Le gritó a la nada con intención de escabullirse de mi.
—Parece que no quiere hablar.—Dijo Zayn en tono divertido.
—Es todo muy extraño.—Crucé los brazos.
—Ven por aquí.—Me tomó la mano y me arrastró hasta el bar.—Que quieres tomar? Vozca? Ron?
—Eh, eh, eh. No te emociones.
—No bebes?
—Si, claro que bebo pero son las dos del medio día.
—Que entonces?
—No se... Pide por mi.
—Disculpe! Un Vozca con piña y una limonada.—Le gritó Zayn al camarero.
Ow, enserio pensaba empezar a emborracharse desde ahora.
—Gracias.—Me tendió la limonada.
—De nada.—Me guiñó un ojo y le dió un sorbo a su bebida.
—No quiero ni inmaginar como acabarás de borracho.
—Eh? No Ángel, no voy a emborracharme, tengo que cuidar de ti.
—Se cuidarme solita.
—Y yo que me alegro. De todas formas... La atención varonil no te vendrá para nada mal.—Pasó su mano por mi cintura desnuda.
—Eso a cuantas se lo dices?
—La verdad? Sólo a ti.
—Ya...—Sonreí cínica.
—Como que ya? No me crees?
—No.
—Cuando quieras te lo demuestro.—Me acarició suavemente la mejilla.
—Alex!.—Gritó alguién detrás de mi.
—Hola Bruno.—Le besé la mejilla.
—Hola.—Dijo Zayn bajando las sus gafas, dejando así casi a la vista sus ojos miel claros.—Que tal.
—Bien...—Contestó Bruno dudoso.—Alex, te apetece darte un baño?.—Me sonrió.
—Vale.—Miré a Zayn de reojo, su cara era un poema.
—Zayn?.—Dijo Bianca, una chica de clase acercándose donde nosotros.
—Hola hermosa.—Le respondió.
—Por qué no me dijiste que venías?.—Sonrió coqueta.
—Me olvidé, lo siento.—Sonrió.
—Bueno, no pasa nada.—La chica pasó sus brazos por el cuello de Zayn y se besaron. Ahí, frente a mi.
Me aguanté las ganas de darles una paliza, a los dos y me fuí con Bruno.
El hecho de que Zayn besara a cualquier chica no tendría porque molestarme, no?
Nunca fuí la tipica idiota que se deja derretir por cuál estupidez, o que se deja ganar por alguna zorra. Muy a mi pesar estaba quedando justo así frente a Zayn.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Capítulo 7.

Entré en casa como alma que lleva al diablo. Comencé a buscar a mi tío por todas partes.
—En el sótano!.—Gritó.
—El está aquí.—Dije recuperando el aliento.
—Porfin.—Dijo sin expresión alguna en el rostro.
—Iréis a por el?
—No directamente.—Sonrió maliciosamente.—Iremos a por su hija.
—Que!? No!!
—Como que no?
—No te atrevas a tocarla.—Le agarré por el cuello de la camisa.
—Conoces a la chiquita esa, no?.—Rió.—No se cuantas veces te he dicho que las mujeres están para una noche.—Me empujó.—No es nada personal contra ella, es por su padre. Nada puede golpearlo más que que le hagan daño a su princesa.
—Te he dicho que nadie va a tocar a Alex.
—Alex? Así se llama?.—Se rió de nuevo.—Bonito nombre.
—Trace...
—Ni Trace ni nada.—Me interrumpió.—A caso se te olvida lo que ese cabron lo hizo a tu madre? El no tuvo consideración alguna, yo tampoco la tendré.—Subió las escaleras.

Narra Alex

Sábado, 10:00 de la mañana. Que bien se siente poder quedarse en la cama haciendo el vago.
Mi movil comenzó a vibrar.
A las 12:00, fiesta en el muelle. Todos invitados. Llevad bikini y porsupuesto pareja.
Pareja? Sin duda esta fiesta no está pensada para mi. Aunque bueno... No pasará nada por ir a lucir cuerpo, no? 
Me levanté, me dí una ducha y me puse mi mejor bikini. No se quien pero alguién caerá ante mis encantos hoy.

-Alex, quieres venir conmigo a una fiesta? James.

-Alex, soy Bruno. Siento lo del otro día... Quieres quedar? Xx. 

Y ahora que? Dos chicos guapisimos y sexys invitandome a salir. Realmente no sabía que hacer.

—James, gracias por la invitación pero no llevaré pareja, sólo un amigo. Nos vemos allí. A. xx.

—Si, hay una fiesta en el muelle, te apuntas? A. xx.

Al cabo de un rato, Bruno contestó.

—Claro, paso a por ti?

—Si, vivo en el número 6 de Rosewood.

—En 10 minutos estoy allí. Xx.

Terminé de arreglarme y bajé a la cocina para encontrarme con el preguntón de mi padre.
—A donde vas así?
—A una fiesta en la playa.
—Con quién?
—Con mis amigos.
—Malik va?
—No lo sé.
—A que hora llegarás?
—Supongo que no demasiado tarde.
—Llevas movil?
—Alex cariño, espero que te lo pases genial en esa fiesta. Toma, 30£.—Dije imitando su voz.
—Que graciosilla eres.—Sacó 30£ y me las dió.—Tienes suficiente?
—Si lo llego a saber hubiera pedido 60.
—Diviértete y llama si tienes algún problema.—Rió levemente.
—De acuerdo, adios.—Le di un beso en la mejilla y salí ha esperar a Bruno.
Ví que un coche se paraba frente a casa. Pensé que sería el... Pero no.
—Que haces aquí?.—Me acerqué al coche.
—Vengo a recogerte.—Puso una de sus sonrisitas típicas.
—Para que?
—Pues para la fiesta. Hay que ir en parejas así es que...
—No tienes más chicas o que?
—Que me interesen no.
—Pues...—No sabía que contestar a eso.—Yo ya he quedado en ir con alguien.
—Pues lo siento por ese alguien.
Se bajó del coche y me obligó a entrar. Me puso el cinturón y volvió al asiento.
—Esto se llama secuestro.—Dije.
—No me des ideas Ángel.—Sonrió seductoramente en plan... "Si cariño, derritete" la verdad es que lo estaba consiguiendo...

(...)

jueves, 7 de noviembre de 2013

Capítulo 6.

Narra Zayn

—La princesa ha llegado sana y salva a casa.—Dije parando el coche frente a la puerta de Alex.
—Gracias por lo del lago.—Sonrió.
—De nada Ángel.—Le besé la mejilla.—Te veo mañana?
—Puede.—Sonrió de nuevo y se bajó del coche.
Me quedé como idiota mirando la puerta por la que había desaparecido. No me culpeis, es guapa, sexy y divertida.
Me dí cuenta de que a Alex se le había quedado el movil en mi coche. Me armé de valor y me acerqué a la puerta de su casa, no antes de llamarme a mi mismo para guardar su número. Justo cuando iba a tocar la puerta, escuché unos gritos en el interior. Era la inconfundible voz de Alex.
Decidí irme y volver en otro momento. Estaba montandome en el coche cuando la ví en la terraza, fumando. Parece que mi Ángel no es tan angelical como pensé.
—Ángel, tengo tu movil.—Grité.
—Que?.—Dijo mirandome extrañada.
—Pues eso.—Lo moví.
—Ya bajo.—Dijo saltando el balcón. Por un momento pensé que se iba a caer.
Corrí hasta ella y la tomé en brazos antes de que llegara al suelo.
—Gracias.—Tomó el movil.
—De nada, te ayudo a subir?
—No, creo que prefiero ir a ver a Aria.
—Vale... Si necesitas algo... Llámame.
—Como? Por señales de humo?.—Se rió.
—Por teléfono más bien.—Sonreí.
—No tengo tu número.
—Si, si lo tienes.—Le guiñé el ojo.
—Alex?.—Dijo una voz masculina desde la puerta. Era su voz, la voz de Edward Mitchell.
—Mierda.—Musitó Alex.—Que quieres papa?
Papa!!?? No, Alex no puede ser la hija de Mitchell. No. Imposible. Me niego.
—Que haces aqu...—Me miró.—Te conozco?
—No creo señor.
—Como te llamas?.—Preguntó detallandome de arriba a abajo.
—Zayn.—Le extendí la mano rezando por que no me preguntara mi apellido.
—Edward, padre de Alex.—Me la tomó.—Este es tu novio?
—No.—Gritó Alex.—Vete.
—Está bien, está bien, tengo que hablar contigo ahora... Zayn, espero verte en otra ocasión.
—Seguro.—Dije.
—Adios.
—Ya, mejor vete... No quiero tener problemas con mi padre.
—Vale, hasta mañana.

Narra Alex

Entré en casa. Ya sabía cual sería la ronda de preguntas que me caería. Intenté subir sin que se diera cuenta pero... Escabullirse de un agente no es tarea fácil.
—Alex, ven al salón.
—Que.
—De donde conoces ha ese chico.
—Del instituto.—Dije con toda la naturalidad del mundo, cosa que pareció molestarle.
—No quiero que te vuelvas ha acercar a el.
—Por qué!?
—Porque lo digo yo y punto.
—Siempre igual, estás todo el puto año fuera de casa. De repente llegas e intentas controlar mi vida.
—No hables así.
—O que? Si sabes que lo que digo es verdad. Sólo confías en tu ojito derecho James y en mama. A mi siempre me mantienen apartada de todo. Dejadme en paz de una puta vez.

(...)

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Capítulo 5.

Llegamos al instituto. Todas las chicas babeaban frente a un coche negro.
—Que pasa allí?.—Dijo Aria a una chica que pasaba junto a nosotras.
—Zayn y Jason.—Suspiró.
—Jason?.—Dije.
—Si.—Suspiró de nuevo y se fué.
Aria y yo nos miramos en plan... WTF? Decidí acercarme al círculo.
—Ángel.—Dijo Zayn al verme.
—Ángel?.—Dijo un chico alto, moreno y músculoso. Muy parecido a Zayn.—Es que eres su novia?
—No.—Dije rápidamente.
—Bien.—Sonrió.—Soy Se... Jason.—Se aclaró la garganta.
—Alex.
—Bonito nombre.
—Bueno.—Intervino Zayn.—Que tal si nos vamos a clase?.—Me preguntó Zayn.
—Vete tu si tanta prisa tienes, yo acompaño a la señorita.—Dijo Jason guiñandome un ojo.
—Ángel...? No querrás llegar tarde...
—Merecerá la pena.—Le sonreí a Jason.

Narra Zayn

Estas miraditas no me estaban gustando para nada. El idiota de Sean lo iba a estropear todo. Ellos no pueden estar juntos. Que por qué? Pues.... Porque... Ah si, por la venganza, nada más...
Después de este debate conmigo mismo, tomé a Alex de la mano y me la llevé a clase.
—Que haces?!.—Gritó intentando soltarse.
—Lo siento Ángel, no podía dejarte con Jason.
—Por qué.—Se paró.—Acaso estás celoso?.—Se rió.
—Q-que? No digas tonterías.
—Y porque estás taaaaan nervioso?.—Sonrió burlonamente.
—Nervioso? Yo? Nerviosa estarás tu. Más tranquilo no puedo estar...—Dije restandole importancia.
—Pues vale. Jason es tu hermano?
—No.
—Se parece mucho a ti.
—Yo soy más guapo.
—Si tu lo dices...

El día pasó lento, como siempre pero con una particularidad, Alex hoy estaba... Sexy? No podía dejar de mirarla.
—Zayn, voy a llevar a Alex a casa.—Dijo Sean interrumpiendo mis pensamientos.
—De eso nada Sean.
—Jason, recuerdas?
—Como sea, alejate de Alex.
—O que?
—O le contaré quien eres en realidad, Sean Malik.
—Quieres que me descubran?
—Eso lo decides tu.—Le dediqué una de mis sonrisas burlonas y salí.
Para mi sorpresa, Alex estaba en el aparcamiento, sola, ya que la mayoría de la gente ya se había largado.
—Hey, que haces aquí?
—Nada.—Dijo fría.
—Vamos Ángel, cuéntame. No estarás esperando al tal Bruno, verdad?.—Levanté una ceja.
—No te incumbe y... Porcierto, que le dijiste? Me dejó en casa y se largó.
—Yo? Nada.—Me reí interiormente.
—Ya, claro...
—Quieres que te lleve a casa?
—No, no quiero ir allí...
—Por qué?

Narra Alex

Debería contárselo? Pero que digo, claro que no debería. Se burlaria de mi.
—Cosas mías.—Me levanté.
—Vale, ya veo que no me tienes confianza alguna.
—Realmente no, incluso le tengo más confianza a tu primo Jason.
—Como sabes que es mi primo?
—El me lo dijo, tambien que me llevaría a tomar algo asinque... Adios.
—No, espera.—Me agarró la mano.—No quieres ir a casa? Vale, te llevaré a otro sitio.
—No gracias...
—Hazme caso.—Me interrumpió.—Vamos.—Tiró de mi hasta su coche.
Después de un rato estábamos en un precioso bosque.
—Que hacemos aquí?.—Dije.
—Cállate y ven conmigo.
Llegamos a un lago. Zayn se subió a una enorme piedra para después ayudarme a subir a mi y me llevó hasta una cascada.
—Esto es... Hermoso.
—Lo sé.—Se sentó en una piedra y me obligó a sentarme a su lado.—Antes vivía aquí, en Bradford pero... Mi madre murió y mi padre y yo decidimos irnos. Este era mi lugar favorito.
—Yo... Lo siento...—Suspiré.—La razón por la que hoy no quería ir a casa es porque... Hoy viene mi padre.
—No quieres verle?
—Si, es sólo que... Yo no existo para el. Es decir, se la pasa de arriba para abajo con mi hermano y con mi madre y para mi... Nunca tiene tiempo.
—Si te consuela... Eres lo más bonito que existe para mi opinión.—Me miró a los ojos. Parecía que realmente pensaba eso de mi.
—No me consuela.—Reí.
—Tu apellido es Mitchell, verdad?
—Si, por qué?
—Suspiró.—A q-que se dedica tu padre?
No podía decirle que era un agente del gobierno.
—Es... Fotógrafo.
—Ah.—Suspiró aliviado.
—Es tarde, me llevas a casa?
—Claro, sube.—Dijo agachandose.
—Que me suba a donde?
—A mi espalda, vamos.
—Eh... Vale...

(...)

lunes, 4 de noviembre de 2013

Capítulo 4.

El estúpido de Zayn me había hechado a perder la cita con Bruno. No sé que le habrá dicho pero parecía querer salir huyendo, de hecho lo hizo. Me trajo a mi casa y se fué prácticamente corriendo.
Subí las escaleras y me dejé caer en la cama. Estaba aburrida de mi vida. Escuché mi movil vibrar, era Aria.
—Hola darling.—Dijo.
—Hola.
—Valla, a esto lo llamo yo un saludo amoroso.
—Lo siento, no estoy de humor.
—Que te pasó?
—Fuí a por palomitas para esta noche...—Le conté todo lo sucedido.
—Entonces... Malik amenazó al tal Bruno?
—Pues eso es lo que me dió a entender.
—Dios, que le pasa ha ese chico?
—Eso me gustaría saber a mi. Me he cargado su coche y... Me llama Ángel. Yo a la idiota que me estropeó mi precioso mercedes no la llamaría Ángel, tu si?
—No.—Escuché su risa a través del teléfono.
—Padece de bipolaridad.
—Y tanto. Podrías aprovecharte de eso, el parece estar interesado en ti y... Está bueno...
—Jódete tonta.
—De nuevo escuché su risa.—Te veo en media hora.
—Hasta luego.
Bajé al salón, donde encontré a mi madre hablando casi en código Morse con James. Al verme, se cayaron.
—De que hablaban?
—De nada.—Contestó James.
—Claro.—Crucé los brazos.—Mama, Aria se quedará en casa esta noche.
—De acuerdo cariño.
—Me contaron lo del nuevo.—Dijo James.
—Y me vas a dar una charla, no?
—Porsupuesto que s...—Mi madre le propinó un codazo.
—No te acerques demasiado a ese chico.
—Por qué?
—Hazle caso a mamá y punto.
Rodé los ojos.
—Alex, mañana viene tu padre.—Dijo mama con una sonrisa en la cara. Se veía feliz después de mucho tiempo.
—Vale.
—No te alegras?
—Si, claro que me alegro...
—Pues portate bien con el. Quiere descansar junto a su familia.

Narra Zayn

Llegué a casa. Como siempre mi padre estaba discutiendo con el tio Trace.
—Hey, calmaos.—Dije.
—Actividad sospechosa?.—Preguntó Trace.
—No, el teniente Mitchell no está por aquí.—Afirmé.
—Quizás sería bueno apuntar a Sean a las clases, estar aquí sin hacer nada no le ayudará.—Dijo mi padre.
—Que dices Yaser?
—No creo que sea la mejor idea, es buscado por toda la policia del país.—Dije.
—Ves, tu hijo salió a mi, es inteligente. Te lo cambio por el zopenco de Sean.
Mi padre suspiró pesada y profundamente.
—Apuntalo con otro nombre.—Dijo.
—Eso si sería una buena idea.—Dije.
—Otro nombre?.—Se rascó la barbilla.—Está bien, mañana irá a clases contigo. Su nombre será... Jason, Jason Smith.
—Bien por mi parte.—Dije.
—Será mejor que le des la noticia a Sean.—Dijo papa.
—Puedes decírselo tu?.—Me miró mi tio.
—Vale...—Subí las escaleras.

Narra Alex

Me desperté con el mismo ruido molesto de todos los días. Le tire un cojín a Aria.
—Que!?.—Gritó asustada.
—Que hay que ir al instituto.
—Pues joder.—Enterró la cabeza en su almohada.
—Venga ya, virgen, que pesada.
—Me amas, ya lo sabía igual.
Nos arreglamos, dasayunamos y salimos corriendo hacia el instituto. No podía permitirme llegar tarde un día más.

(...)

sábado, 2 de noviembre de 2013

Capítulo 3.

Me quedé cayada, mirándolo con los ojos abiertos.
—Que? No piensas contestar?.—Dijo sonríendo levemente.
—Tomaste algún tipo de sustancia extraña?
—Solo de tu perfume.—Arqueó las cejas repetidas veces.
—Adiós Zayn.
—Que?
—Adiós, Zayn.—Repetí.

Narra Zayn

Menuda niña malcriada. No la soporto, igual tendré que aguantarme. Nadie se mete conmigo y se va así, de rositas. Mi plan de venganza está en marcha, realmente esa chica no sabe quien soy yo.
Volví a donde estaba sentado anteriormente, junto a Harry, Liam y Louis. Apenas los conocí hoy pero me cayeron genial.
—Ow te rechazó.—Dijo Harry.
—Te sorprendes? Nos rechaza a todos.—Dijo Liam.
—A todos?.—Pregunté.
—A todos.—Respondió Louis suspirando.
—Pues yo no soy todos, os juro que Mitchell terminará saliendo conmigo.—Dije.
—Como piensas conquistarla?.—Preguntó Harry.
—No sé, seguro se me ocurre algo.

Narra Alex

Volví a casa. Mi madre, como de costumbre hablaba con mi padre.
—No Edward, los chicos no están.
—Cara, tienes que tener cuidado al salir de casa a partir de ahora.—Suspiró.—El motivo por el que vuelvo a Bradford no es nada bonito.
—Que pasa? No me asustes...
—No pretendo asustarte... Recuerdas el caso que llevaba? El de Trace?
—Si.
—Me dijeron que huyó a Bradford.
—No tiene sentido, tu vive aquí.
—Seguramente no lo sepa. Tiene un hijo de sus mismas características, alto, fuerte... Lo viste por ahí?
—Lo cierto es que no.
—Y los chicos?
—No se, como te dije aún no llegaron.
—Sospecho que su hijo es un criminal, creo que le ayudó a escapar en la mayoría de sus huidas.
—Cuantos años tiene el muchacho?
—La edad de Alex, eso me preocupa.
—Edward, Alex no se ha mostrado interesada por ningún chico hasta el momento. Además de que no creo que Trace deje a su hijo el delincuente juvenil paseando por ahí, con los federales en los talones.
—Tienes razón. De todas formas deberías vigilarla.
Cerré la puerta haciendo que mis padres notaran mi presencia.
—De que habláis?.—Dije.
—Tengo que cortar la comunicación, la semana que viene estoy allí. Os quiero.—Dijo mi padre evadiendo mi pregunta.
—Adios cariño.—Respondió mi madre.
—Y bien? De que hablaban?.—Crucé los brazos.
—Creo que eso debería contartelo tu padre... Voy a la cocina.
Quién podría ser ese chico... Deje la mochila en mi habitación y salí a por palomitas, hoy Aria vendría a dormir a casa y seguramente querría ver películas.
Iba caminando tranquilamente cuando alguien tropezó conmigo.
—Lo siento.—Dije.
—Tranquila, fué mi culpa.—Dijo un chico rubito, de ojos verdes agua.—Soy Bruno.—Me sonrió.
—Yo... Eh... Si, Alex.—Dije nerviosa.
—Eres de aquí?.—Rió.
—Si, tu?
—Podría decirse que si. Nací aquí, ahora estudio en Londres.—Sonrió.
—Eso explica por que nunca antes te ví.
—Bueno, esos ojos no se olvidan tan fácilmente.—Levantó la comisura derecha.
—Gracias.—Dije muerta de la vergüenza.
—Estás libre ahora?
—Si.
—Genial, podemos dar una vuelta si quieres, yo invito.
—Estaría bien.—Sonreí.

Narra Zayn

Fuí a dar una vuelta por el centro, ya sabéis, a buscar alguna perra que se quisiera acostar conmigo. Necesitaba acción. Ví a Alex, estaba en un Starbucks muy pegadita a un tipo. Seguramente ese estúpido iba a arruinarme los planes de venganza contra Alex.
Me acerqué a ellos lentamente, con las manos en los bolsillos. La cara de Alex era épica.
—Hola Ángel.—Sonreí.
—Que quieres.—Contestó la rubia.
—Nada, sólo te ví y quise saludarte. Quien es tu amigo?.—Miré al chico.
—Soy Bruno.—Contestó.
—Zayn.
—Ya Bruno, mejor vámonos.—Dijo Alex levantándose de la mesa.
—Que? Ya os vais? Desde luego, que mal educados... Enfin Bruno, cuida de mi chica y no te portes mal con ella.—Me pegué a su oido.—O te daré una paliza tan grande que no te reconocerá ni tu madre.
Lo escuché tragar saliva. Sonreí burlonamente y seguí caminando.

(...)