sábado, 2 de noviembre de 2013

Capítulo 3.

Me quedé cayada, mirándolo con los ojos abiertos.
—Que? No piensas contestar?.—Dijo sonríendo levemente.
—Tomaste algún tipo de sustancia extraña?
—Solo de tu perfume.—Arqueó las cejas repetidas veces.
—Adiós Zayn.
—Que?
—Adiós, Zayn.—Repetí.

Narra Zayn

Menuda niña malcriada. No la soporto, igual tendré que aguantarme. Nadie se mete conmigo y se va así, de rositas. Mi plan de venganza está en marcha, realmente esa chica no sabe quien soy yo.
Volví a donde estaba sentado anteriormente, junto a Harry, Liam y Louis. Apenas los conocí hoy pero me cayeron genial.
—Ow te rechazó.—Dijo Harry.
—Te sorprendes? Nos rechaza a todos.—Dijo Liam.
—A todos?.—Pregunté.
—A todos.—Respondió Louis suspirando.
—Pues yo no soy todos, os juro que Mitchell terminará saliendo conmigo.—Dije.
—Como piensas conquistarla?.—Preguntó Harry.
—No sé, seguro se me ocurre algo.

Narra Alex

Volví a casa. Mi madre, como de costumbre hablaba con mi padre.
—No Edward, los chicos no están.
—Cara, tienes que tener cuidado al salir de casa a partir de ahora.—Suspiró.—El motivo por el que vuelvo a Bradford no es nada bonito.
—Que pasa? No me asustes...
—No pretendo asustarte... Recuerdas el caso que llevaba? El de Trace?
—Si.
—Me dijeron que huyó a Bradford.
—No tiene sentido, tu vive aquí.
—Seguramente no lo sepa. Tiene un hijo de sus mismas características, alto, fuerte... Lo viste por ahí?
—Lo cierto es que no.
—Y los chicos?
—No se, como te dije aún no llegaron.
—Sospecho que su hijo es un criminal, creo que le ayudó a escapar en la mayoría de sus huidas.
—Cuantos años tiene el muchacho?
—La edad de Alex, eso me preocupa.
—Edward, Alex no se ha mostrado interesada por ningún chico hasta el momento. Además de que no creo que Trace deje a su hijo el delincuente juvenil paseando por ahí, con los federales en los talones.
—Tienes razón. De todas formas deberías vigilarla.
Cerré la puerta haciendo que mis padres notaran mi presencia.
—De que habláis?.—Dije.
—Tengo que cortar la comunicación, la semana que viene estoy allí. Os quiero.—Dijo mi padre evadiendo mi pregunta.
—Adios cariño.—Respondió mi madre.
—Y bien? De que hablaban?.—Crucé los brazos.
—Creo que eso debería contartelo tu padre... Voy a la cocina.
Quién podría ser ese chico... Deje la mochila en mi habitación y salí a por palomitas, hoy Aria vendría a dormir a casa y seguramente querría ver películas.
Iba caminando tranquilamente cuando alguien tropezó conmigo.
—Lo siento.—Dije.
—Tranquila, fué mi culpa.—Dijo un chico rubito, de ojos verdes agua.—Soy Bruno.—Me sonrió.
—Yo... Eh... Si, Alex.—Dije nerviosa.
—Eres de aquí?.—Rió.
—Si, tu?
—Podría decirse que si. Nací aquí, ahora estudio en Londres.—Sonrió.
—Eso explica por que nunca antes te ví.
—Bueno, esos ojos no se olvidan tan fácilmente.—Levantó la comisura derecha.
—Gracias.—Dije muerta de la vergüenza.
—Estás libre ahora?
—Si.
—Genial, podemos dar una vuelta si quieres, yo invito.
—Estaría bien.—Sonreí.

Narra Zayn

Fuí a dar una vuelta por el centro, ya sabéis, a buscar alguna perra que se quisiera acostar conmigo. Necesitaba acción. Ví a Alex, estaba en un Starbucks muy pegadita a un tipo. Seguramente ese estúpido iba a arruinarme los planes de venganza contra Alex.
Me acerqué a ellos lentamente, con las manos en los bolsillos. La cara de Alex era épica.
—Hola Ángel.—Sonreí.
—Que quieres.—Contestó la rubia.
—Nada, sólo te ví y quise saludarte. Quien es tu amigo?.—Miré al chico.
—Soy Bruno.—Contestó.
—Zayn.
—Ya Bruno, mejor vámonos.—Dijo Alex levantándose de la mesa.
—Que? Ya os vais? Desde luego, que mal educados... Enfin Bruno, cuida de mi chica y no te portes mal con ella.—Me pegué a su oido.—O te daré una paliza tan grande que no te reconocerá ni tu madre.
Lo escuché tragar saliva. Sonreí burlonamente y seguí caminando.

(...)

1 comentario: